Me especializo en problemas emocionales y de convivencia para ayudar a los humanos a tener una relación sana con su perro, basada en el respeto, la escucha, la comunicación y la cooperación. Una convivencia multiespecie real.
Mi camino en este mundo empezó al llegar Shaggy a mi vida, aunque siempre fué algo que tuve en mente, pero con su llegada me “sentí obligada” a buscar ayuda, información y formación. Y quería seguir aprendiendo, y de ahí nació el querer ayudar, al ver muchos perros incomprendidos y muchas personas perdidas. Para mi, mi trabajo es una responsabilidad enorme, ya que el bienestar emocional de alguien depende en gran medida de mi. Cada caso es importante.
Y luego quise seguir aprendiendo para apoyar en terapias naturales, y ahí apareció la zoofarmacognosis aplicada para atraparme. La terapia floral también es una ayuda fundamental.
De hecho en muchas ocasiones combino las 3 cosas: asesoramiento canino + zoofarmacognosis aplicada + terapia floral.