¿Cómo socializar a mi perro?

como socializar mi perro
En este post te ayudaré a romper algunos mitos e ideas acerca de la socialización y te explicaré cómo socializar correctamente a tu perro.

Una de las cosas más importantes si tienes un perro en tu familia, es el respetar ciertas etapas vitales en su desarrollo y permitir que tenga interacciones sociales positivas para crecer como un individuo fuerte y sano emocionalmente.

Lamentablemente, ciertos mitos o “consejos” de gente que tiene perros, o a veces nuestra propia desinformación, hace que tengamos unas ideas equivocadas de cómo debe socializar un perro. En este post te ayudo a romper algunos de estos mitos e ideas.

Socialización desde cachorros

Los cachorros pasan por una etapa entre las 3 semanas y los 2,5 – 3 meses aproximadamente en la cual las capacidades sociales están en su máximo esplendor. En esta etapa la conducta exploratoria y la curiosidad son mucho mayores que en otros momentos de la vida del perro.

Es en este momento cuando son más receptivos a aprender sobre la relación que deben mantener con el mundo, tanto con su entorno como con otros seres vivos. Socializar no es algo que solo se pueda hacer con miembros de su propia especie, si no también con personas y otros animales.

Es por ello por lo que, de manera progresiva y positiva, debemos ir presentándole a nuestro cachorro diferentes estímulos que se vaya a encontrar en el día a día en un futuro. Por supuesto, siempre sin forzar y haciendo que tenga experiencias positivas con ellos.

Esto es algo que también cansa muchísimo a su cabecita, la cual se está desarrollando, por lo que no debes presentarte en casa con toda tu familia, amigos, cabras, gatos y perros… porque será una experiencia abrumadora y no se llevará nada positivo de ello. A continuación te explicaré cómo hacerlo, pero antes hablaremos sobre algo que quizá ya estés pensando.

Ante estas afirmaciones, muchas veces surge la siguiente duda: “pero… no puedo sacar a mi cachorro a la calle hasta los 3 meses, ya que no tiene todas las vacunas y el veterinario lo desaconseja”.

socializar perros cachorros

Si bien es cierto que la salud de tu pequeño es importante, créeme que es igual o más importante que el cachorro se exponga en estas semanas lo que le espera fuera de las cuatro paredes de tu casa. De lo contrario, sus capacidades sociales pueden verse muy mermadas y su forma de percibir el mundo también, haciéndole un perro inseguro, con miedos, que no sabe relacionarse con otros perros o personas, etcétera. Estos problemas emocionales, tanto a corto como a medio y largo plazo, también pueden jugarle una mala pasada a su salud.

¿Qué recomiendo entonces? DEBEMOS sacar a nuestros cachorros a la calle, incluso aunque no tengan todas las vacunas. Para que vayan viendo el mundo poco a poco, aunque sea unos minutos cada día y sin agobios. Podemos sacarles en brazos para que se vayan acostumbrando y no tengan contacto con otros perros que no sepamos si están sanos o no.

Si tenemos la oportunidad a través de amigos o familia con perros que sepan gestionar la energía de un cachorro y sean sociables y equilibrados (que tampoco embistan al cachorro), dejaremos que socialice con ellos. Es preferible esto a que socialice con perros que no conozcamos, ya que es importante que los primeros contactos sociales (más allá de los que tuvo con su familia canina) sean positivos. Para clasificar un contacto social de esta manera, no es necesario que juegue con otros perros. Con notar su presencia, olerse mutuamente y aprender alguna señal que el otro perro pueda dar es suficiente.

Con gatos, lo mismo. Si tenemos pájaros, también. Pero recuerda: es preferible que en esta etapa tenga 5 buenos contactos a haberle presentado a 20 perros y que la mitad le haya hecho sentir vulnerable. Porque entonces ahí empiezan los problemas.

Un buen descanso cada día es más que recomendable (y obligatorio) también para poder ir masticando todo lo vivido durante el día y que el aprendizaje cale más hondo.

¿Después de los 3 meses ya está?

¡No! Vamos a tener que seguir prestando atención a las experiencias que vaya viviendo nuestro perro durante toda su vida, si bien es verdad que la etapa que acabo de describir es una de las más sensibles. De hecho, si no se continúa con la sociabilización de manera esporádica, las habilidades sociales que haya aprendido pueden mermar considerablemente.

No obstante, hay otra etapa crítica que debes conocer y que mucha gente ignora: después de que el perro esté abierto a conocer a otra gente, animales, etcétera, irá poco a poco inclinándose a todo lo contrario. Esto es así ya que dentro de la maduración del cachorro el cerebro del perro pone un freno que le hace sentir inseguro y precavido ante situaciones a las que antes se lanzaba de cabeza. Está todo programado por la evolución y la supervivencia, ya que si el perro fuera sin frenos y cuidado por la vida, sería bastante peligroso para su bienestar. Es por ello por lo que en esta etapa también debemos tener el doble de cuidado de que nuestro perro no viva experiencias negativas.

¿Y qué ocurre si adoptamos a un perro ya adulto o si tenemos un adulto con problemas de socialización?

Variará según el caso. Si adoptaste un perro adulto del que desconoces su pasado pero ves que no tiene problemas con otros perros, debes tener el mismo cuidado que tendrías con un cachorro y simplemente evitar en la medida de lo posible las situaciones desagradables. Si alguna vez por algún descuido tiene algún desacuerdo con otro perro, sobre todo mostrar calma y salir de la situación restándole importancia y ofreciéndole tu apoyo.

socializar perro adulto

Si ves que le cuesta socializar con otros perros (y que esto no se debe a ningún problema emocional), lo mejor que puedes hacer es ayudarle con el manejo de la correa y con ejercicios que le hagan más diestro.

Por ejemplo, si tenemos un perro sociable pero que quiere saludar a otros perros saltándoles encima sin realizar un ritual de saludo previamente, le guiaremos con la correa y enseñaremos que primero debe realizar una semi-curva para acercarse al otro perro, olerle y luego si ambos quieren, jugar.

También nos puede servir trabajar ejercicios contra la impulsividad y realizar paseos paralelos junto a otros perros equilibrados sin que el nuestro les diga nada. Es decir, haciendo que aprenda a desconectar del otro perro y a centrarse más en el paseo.

Desmintiendo mitos

Mito # 1: “Todos los perros tienen que llevarse bien”

Este es un mito que ha hecho mucho daño ya que no todos los perros tienen que caerse bien entre ellos. A los perros les pasa igual que a las personas, tienen predilección entre un perro u otro e incluso se ha descubierto que hay perros que discriminan entre perros de un manto u otro. Es decir, que no se queda únicamente en si tu perro prefiere los perros pequeños, los medianos o los grandes, si no que algunos perros prefieren los de color blanquito o pelo largo antes que los de color oscuro, por ejemplo.

Y esto solo en lo que refiere al físico.

Cada perro tiene su propia personalidad y carácter, por lo que no es de extrañar que perros con caracteres opuestos no se caigan bien o prefieran no tener contacto. Se huelen, se estudian y cada uno para su casa.

¿O acaso a ti te caen bien todas las personas que conoces?

Y con esto damos paso al segundo mito (hay muchos más, pero para no extenderme me centraré en estos dos).

Mito #2: “Un perro sociable juega con todos los perros”

Ya habrás intuido que esto no es verdad y que se contradice con lo anterior.

perros socializando

Si ahora sabemos que los perros eligen entre otros perros con cuáles tener contacto, no es de extrañar que también decidan con quienes juegan.

Un perro sociable es aquel que se sabe relacionar correctamente con otros perros, respetando su espacio, leyendo el lenguaje canino y adaptando su juego al otro perro u optando por no jugar si no le gusta cómo juega el otro perro.

Hay perros que solo juegan con perros que conocen desde cachorros o su juventud y que consideran de su círculo cercano. Con el resto se relacionan correctamente pero prefieren dejar la parte de juego con sus amigos de toda la vida. Estos perros no son menos sociables por ello.

PIPICAN, ¿tan malo es?

Pipican es el nombre que recibe en España un espacio vallado en el cual los perros tienen permitidos estar sueltos (sin correa).

Muchos profesionales suelen desaconsejar ir a estos lugares con tu perro (yo incluida) debido a que la mayoría de gente no tiene en cuenta los perros que hay dentro antes de meter al suyo y lo suelen llevar en horas punta. Muchas personas también llevan a su perro con la intención de que socialice cuando tiene algún problema de conducta o emocional (por ejemplo, miedo a otros perros) y creen que llevándolo a un lugar con muchos más perros se van a terminar entendiendo entre sí y se le va a ir “pasando” el miedo al acostumbrarse a los otros perros. Otras personas los llevan para que corran y jueguen y de esta forma se cansen y no den problemas en casa.

Las consecuencias negativas en estos casos son las siguientes:

  • Sobre-excitación por tener que relacionarse con un elevado número de perros sin espacio para poder alejarse.
  • Miedo o aumento del miedo a mantener relaciones sociales con otros perros, ya que al haber tantos, hace que la situación le supere y no sea capaz de gestionar correctamente. Muchos de los perros que van al pipican tienen una energía alta que van a volcar en el tuyo, pudiendo ser demasiado bruscos para su gusto. Ya el hecho de que al entrar se le acerquen 10 perros a olerle, es una situación bastante desagradable y tensa.
  • Probabilidad de que se produzcan peleas. En estos espacios hay perros de todo tipo y cada uno tiene sus cosas. En el mismo espacio donde metes a tu perro con miedo o que recién descubre el mundo, hay una perra que marca si la hueles más de 5 segundos, un perro que se enfada si vas a por su juguete (pero eso no impide que su tutor lo lance) u otros sociables pero brutotes que por la propia excitación de la situación no paran de atosigar al tuyo.

Al final, tu perro sale de allí con un estrés bastante importante y sin ninguna experiencia positiva. Haber estado allí metido no le ha aportado nada más que estrés.

¿Cuándo no es malo ir a un pipican?

perros socialización

Como decía antes, no deja de ser un espacio vallado donde podemos soltar a nuestros perros. Si el problema viene en las horas puntas, evitemos esas horas.

Si por lo que sea no podemos soltar a nuestro perro nunca, porque no responde a la llamada todavía, por ejemplo; los pipican son una buena opción para que el perro corra y descargue energía sin una correa de por medio.

Si es sociable con otros perros o tiene algo de inseguridad pero solo hay un par de perros dentro, podemos preguntar cómo son de carácter y cómo se llevan con otros perros antes de meter al nuestro. También podemos pedirles, si no les importa, que los aten cuando hagas pasar el tuyo para que la bienvenida no sea tan brusca.

Como ves, no todo es blanco o negro, siempre y cuando tengas estas consideraciones.

Socialización en perros con problemas emocionales

Cuando tenemos un perro con algún problema emocional, la socialización se vuelve un poco más complicada. Esto es así ya que por ejemplo un perro inseguro necesitará un volumen de trabajo mayor que un perro que no lo sea, y lo mismo con otros tipos de problema emocional como puede ser el miedo, la agresión, la reactividad impulsiva o como consecuencia de alguna emoción de fondo, etcétera.

Es obligatorio en estos casos para mejorar la calidad de vida y el bienestar de tu perro, que contactes con un profesional actualizado en educación canina para que te ayude y te asesore.

Si no puedes, por tiempo o por no tener dinero en ese momento, puedes optar por lo siguiente:

Reducción del estrés. El estrés se esconde detrás de muchos comportamientos. A los perros les ocurre como a nosotros, que nos mostramos más irritables cuando estamos estresados o de mal humor.

Para reducir el estrés puedes:

  • Juegos de olfato diarios de mínimo 20-30 minutos.
  • Masticación mínima 2-3 días a la semana, dependiendo del caso puede que sea necesario incluso más. Puedes usar huesos recreativos, snack naturales de dureza media-alta o mordedores naturales.
  • Que al menos 1 de los paseos diarios sea más largo y en un entorno tranquilo en el que el perro pueda pasear por donde quiera (dentro de una lógica, no vamos a dejarle caminar por medio de una autopista).
  • Jugar con él al menos 10-15 minutos al día.
perro con miedo

Para ir trabajando poco a poco su socialización:

  • Intenta dar paseos en paralelo, sin acercarte demasiado, a perros equilibrados y tranquilos que no invadan su espacio.
  • Juega con las distancias.
  • No le grites ni castigues físicamente cuando “se porte mal” por ladrarle o huir de algún perro.
  • No le fuerces a acercarse a otros perros o personas.
  • Estudia sobre el lenguaje canino para poder entenderle mejor. En mi web tienes un curso por el que empezar.
  • Ayúdale con la correa a realizar rituales de saludo adecuados.

Empieza ya a trabajar en la felicidad de tu perro y en la tuya propia, ¡no esperes más!

¿Cómo socializar a mi perro?

Camila García Riccardini

Psicóloga, educadora canina y especialista en gestión del comportamiento canino.

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